PARENTALIDAD CONSCIENTE
Para poder educar a mi hij@ de forma positiva teniendo en cuenta la situación en concreto, las características de mi hij@, sus emociones, etc. primero tengo que ser consciente de mi mundo interior: de mis emociones, mis creencias, mis esquemas. ¿Alguna vez os habéis visto repetir con vuestros hij@ conductas, comportamientos, gestos que empleaban vuestros padres con vosotros mismos?
Del mismo modo que podemos repetir conductas, podemos transmitir nuestros propios miedos y nuestras inseguridades, o dejarnos llevar por una emoción propia que sintamos en ese momento determinado y no tenga nada que ver con el niñ@.
Ejemplo de cómo podemos transmitir nuestros miedos o inseguridades:
A mí de pequeña mi madre no me dejaba ir a los cumples de mis compañeros de clase, y yo recuerdo como al día siguiente de cualquier cumpleaños yo me sentía excluida del grupo porque mis compañeros contaban cosas de la fiesta y había más unión entre ellos, yo tengo un recuerdo de sufrimiento.
Si yo no tomo conciencia de esa experiencia y no le doy sentido, puede que esas emociones negativas o creencias que tenía de pequeña “soy diferente” o “me siento excluida”, me puedan afectar en situaciones futuras con mi hij@.
Podría obligarle a ir a todos los cumples (aunque él o ella no quisiera) o enfadarme cuando no la invitaran y transmitirle esas creencias que son mías y no tienen nada que ver con él o ella.
No podemos cambiar nuestra experiencia, pero sí la visión que tengamos de ellas. Es importante tomar conciencia de nuestro mundo interior, porque cuanto más profunda sea la comprensión que tengamos de nosotros, más eficaz y profunda será la comprensión que tengamos de nuestros pequeños.
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